La semana pasada, uno de mis clientes preguntó:
“¿Cuál es tu mejor recomendación para las personas
que se integran a nuestra empresa?”
Los procesos de inducción me parecen muy interesantes, y tengo muchísimas ideas que compartir al respecto. Pero entre todas, una destaca por ser vital tanto para los recién llegados como para quienes ya están:
“Los errores y equivocaciones SON BIENVENIDOS”
Recuerdo la sensación de ser “la nueva” y, en especial, un trabajo donde mi inducción consistió sólo en mostrarme un escritorio y una computadora, donde el apoyo fue nulo y durante semanas me sentí incapaz y torpe.
¿Mi peor enemigo? Era mi conversación mental:
“No lo estás haciendo bien”, “falta mucho para que esté a la altura”, “no es suficiente”, “tiene que ser perfecto”.
En esa ocasión experimenté de primera mano cómo tus pensamientos pueden sabotear tu autoestima y tu desarrollo profesional.
La razón más importante para abrirnos a la perspectiva de cometer errores, no tener miedo de equivocarnos y abandonar la búsqueda de lo perfecto es que:
Las imperfecciones nos permiten ser EXTRAORDINARIOS
El deseo de ser perfecto te detiene, no te mueve hacia delante ni hacia el futuro.
Porque ni siquiera nuestro mejor trabajo es perfecto. Son los detalles inesperados, las ideas originales y elecciones atípicas lo que hacen a nuestra labor algo único y memorable.
Josh Spector, experto en medios digitales, escribe que para que algo sea sobresaliente debe salirse de la norma. En cambio, la perfección exige alinearse, algo es perfecto porque ofrece lo que se espera. Y entonces deja de ser interesante.
Otro aspecto contrario es que las cosas perfectas no crean espacio para el cambio, la mejora o el crecimiento, son limitantes. Sin embargo, los errores generan ocasiones de crecimiento: tienen mucho valor, no los subestimes intentando evitarlos.
Con esto presente, te comparto en este artículo 5 técnicas que me ayudan a corregir mis hábitos de pensamiento y abrazar mis imperfecciones:
1.- ¿Por qué te da miedo equivocarte?
La perfección no existe, es una ilusión. Lo que sí existe es una sensación de querer encajar, ser aceptados y admirados.
Al tomar consciencia de la intención oculta detrás de esta aversión por cometer errores nos hacemos responsables de nuestro proceso personal y entender que la imperfección es parte del juego de la vida.
2.- Intercambiar “pero” por “y” al hablar.
Al hacerlo anulas la intención negativa de la frase y abres la puerta a la oportunidad. Compara estas dos frases, ejemplo del autor Daniel Pink:
- “Sí, pero ellos no tendrán tiempo o paciencia para revisar tantos detalles”.
- “Sí, y ellos necesitan más tiempo y claridad para revisar tanto detalle, por tanto…”
Usar “pero” en tus mensajes personales y de trabajo impide generar conexión y no aporta progreso en la conversación.
3.- Añadir “…todavía” a tus pensamientos
Esta propuesta es original de Carol Dweck, quien acuñó el término “mentalidad de aprendizaje”. Se trata de entender que el esfuerzo te fortalece y que aunque hoy no poseas alguna habilidad, a través de la práctica podrás obtenerla. Observa:
- “No puedo hablar alemán”.
- “No puedo hablar alemán… todavía”.
Añadir esta palabra proporciona un ingrediente positivo a tu conversación y desarrolla una mentalidad optimista, donde las metas se alcanzan a través de la perseverancia.
4.- Reconciliarte con tu lado vulnerable
Ser vulnerable no significa ser débil. Por el contrario, significa que eres tan valiente como para reconocer tus fallas, enfrentar riesgos o exponerte al fracaso.
Brené Brown (link), famosa investigadora de este tema, aclara que “la opinión que importa es la de aquellas personas que nos quieren, no a pesar de nuestra imperfección y vulnerabilidad, sino precisamente por ellas”.
Mostrar todas tus facetas, aunque sean incómodas o irregulares, te permite llevar una vida más real, plena y satisfactoria.
5.- Ampliar tu noción de lo que significa éxito.
La idea de éxito se asocia demasiado con asuntos materiales, cuando en realidad depende de la escala de valores de cada persona.
Evaluar tu propia escala y escoger las cosas que aportan valor a tu vida es indispensable, porque Felicidad y Éxito no son sinónimos.
Hay diferentes maneras de ser exitoso, y con esta claridad, podrás desarrollar metas y estrategias para tu día a día.
La próxima ocasión en que te descubras lamentando cometer errores o admirando la vida perfecta de alguien más, recuerda esta frase del actor y realizador de cine italiano Vittorio Gassman:
“Sentir nuestras imperfecciones nos ayuda a tener miedo.
Buscar formas para resolverlas nos ayuda a ser valientes”.
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