Demasiado tiempo frente a la pantalla. A ésa conclusión llegué después de pasar varias horas sentada frente a la computadora, cayendo en una de las mayores trampas de improductividad en el trabajo: LA RUTINA.
Y al darme cuenta me preocupo, porque la rutina es demasiado cómoda.
De repente, ya no somos tan creativos. En lugar de generar ideas nuevas, regresamos a lo familiar, a las soluciones probadas. En mi experiencia: éste es el momento para practicar un RE-ENCUADRE.
¿Pero qué es un “Re-encuadre”?
El “encuadre» es el marco de referencia que ponemos alrededor del problema u oportunidad que queremos resolver. Incluye todas las suposiciones conscientes e inconscientes que tengamos sobre lo posible o imposible.
Re-encuadrar es una técnica para re-entrenar tus patrones de pensamiento, salir del estancamiento creativo y hacer espacio para nuevas posibilidades. Es la semilla para pensar fuera de la caja.
Beneficios del “Re-encuadre”
- Podrás cambiar paradigmas sobre quién eres y lo que puedes lograr.
- Genera una corriente de pensamiento positivo y motivación.
- Es una herramienta poderosa para incentivar tu imaginación y creatividad.
- Desarrolla tu inteligencia emocional.
Practicar el re-encuadre hace más fácil entender cómo buena parte de las cosas que te detienen en la vida o trabajo están dentro de tu cabeza.
¿Cómo practicar el “Re-encuadre” en mi trabajo?
Todas las compañías necesitan re-encuadrar continuamente la naturaleza de su negocio para adaptarse a los cambios de mercado y tecnología.
Encontrar soluciones alternativas para los retos puede iniciar al hacerte esta simple pregunta: “¿Cuáles son las oportunidades aquí?”
Técnica #1: Acoge la posibilidad
Es muy útil es hacer una pausa para reconectar con tu propósito: “¿Cuál es la finalidad de hacer esto?”. Esta reflexión permite hacer un lado el “tengo que” y “debo de” para una nueva posibilidades: “¿Qué pasaría sí…?”.
Sé consciente que explorar lo nuevo significa sentirse cómodo en la incertidumbre. Todo intento de cambio implica trabajar contra experiencias previas, porque estamos entrenados para evitar situaciones inciertas. Reencuadrar requiere un esfuerzo consciente.
Técnica #2: Cambia la pregunta
Thomas Wedell-Wedellsborg lo ejemplifica: Imagina que eres el propietario de un edificio de oficinas, y tus inquilinos se quejan continuamente del elevador. Es viejo y lento, y los hace esperar mucho.
Es fácil encontrar soluciones rápidas: cambiar el elevador, instalar un nuevo motor. Estas soluciones se parecen porque “ven” el mismo problema: “el elevador es lento”.
Pero si presento este problema a un constructor me puede sugerir «colocar espejos al lado del elevador». Esta medida es muy efectiva para reducir quejas, porque las personas pierden la noción del tiempo cuando observan algo interesante: ellos mismos.
Esta solución plantea un entendimiento distinto del problema: “la espera es aburrida”. Eso es re-encuadrar: encontrar un mejor problema que resolver.
Técnica #3: Sé persistente en preguntar “¿Por qué?”
Como menciona Tina Seelig en InGenius, los encuadres con los cuales operamos normalmente limitan la manera en que pensamos:
- ¿Cuál es la suma de 5 más 5?
- ¿Qué dos números sumados dan 10?
La primera pregunta sólo tiene una respuesta correcta mientras que la segunda tiene un número infinito de soluciones.
Por supuesto, la pregunta “mágica” para explorar ideas es ¿POR QUÉ?.
Preguntar “¿por qué?” constante y continuamente es un ejercicio esencial. Tal vez no te convierta en la persona más popular de la oficina pero te llevará mucho más lejos en tus decisiones.
Conclusión
Poner en práctica esta herramienta genera resultados inmediatos. Estarás activando el pensamiento creativo y mejorando tu inteligencia emocional para empujar los límites de tu vida y de tu trabajo.
Después de todo, los problemas son alertas sobre la necesidad de realizar cambios.
Soy Areli Díaz y estaré encantada de leer tus comentarios. Escríbeme a [email protected]